jueves, 19 de noviembre de 2009

MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DEL AGUA EN EL SECTOR AGRÍCOLA

Ahora abarcaremos un tema de mucha importancia viendo la problemática del agua en el sector agrícola, observando las diferentes modalidades en las cuales se puede realizar un aprovechamiento sustentable de tan importante y vital elemento.
Entenderemos a la productividad como una relación entre la unidad de resultado (que para el sector agrícola serian las cosechas) y la unidad de insumo (toda materia prima empleada agua, semillas, tierra, etc.). En este caso el término productividad del agua es usado exclusivamente para referirnos a la cantidad, que en este caso entenderíamos como el valor del agua consumida o desviada. El valor del producto podría ser expresado en diferentes términos: biomasa, grano, dinero.
Observamos que la productividad reflejaría ganancias, no hablando en términos económicos, sino también en el ámbito ambiental, ya que se buscan mecanismos donde se intenta tener un aprovechamiento del agua para que no exista una afectación por el uso indiscriminado del agua, ya que de antemano sabemos que es un recurso finito, el cual es vital, y por ende su conservación depende no solo de la administración de los gobiernos sino también de cada una de las personas que vivimos en este planeta.
Avocándonos al sector agrícola para poder expresar los beneficios sociales de la productividad del agua en la agricultura, se han dado medidas para observar su utilización dentro del sector el cual puede ser en como nutrientes por gota, per cápita por gota, trabajos por gota y medios de vida sostenibles por gota. Sin embargo, la productividad del agua definida en kilos por gota es un concepto útil cuando se compara la productividad del agua en diferentes partes del mismo sistema o cuenca y también cuando se compara la productividad del agua en la agricultura con otros usos posibles del agua. Son necesarios estos conceptos para apreciar el consumo de manera cuantificable del agua.
En cuanto a la producción de agua de los cultivos, hay otros usos no productivos pero beneficiosos del agua que podrían ser incluidos; por ejemplo, la evapotranspiración por las cortinas rompe vientos, los cultivos de cobertura y también el agua usada para humedecer la cama de semillas y favorecer su germinación.
El problema de considerar las pérdidas de agua causadas por la filtración y la percolación como parte del consumo no tiene una respuesta única. Si esta agua no es usada aguas abajo o si genera más contaminación, debe ser considerada como consumida. Las soluciones para minimizar estas pérdidas tales como forrar los canales o mejorar la aplicación del agua pueden tener un efecto positivo sobre la productividad. Pero desde un punto de vista ambiental más amplio puede ser importante considerar el impacto de la salida de agua de un sistema de riego sobre la productividad general del ecosistema. Ya que no se puede detener por completo el flujo de agua que se filtra al subsuelo, ya que ocasionaría que no hubiera permeabilidad, deteniendo el proceso natural del agua, que podría ocasionar un gran impacto a nivel ambiental. No solo se busca tener un nivel productivo en cuanto a las cosechas y el valor económico, sino también que con los mismos recursos con los que se contaron una vez, se vuelan a dar para garantizarlas a largo plazo.

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