domingo, 13 de diciembre de 2009

DEUDA DE AGUA DE MEXICO CON ESTADOS UNIDOS

Desde el 2001 en los medios de comunicación se comenzó a hablar sobre la deuda de agua de México con Estados Unidos de Ámerica. Pensar en una deuda generalmente se vincula con dinero pero una ¿deuda de agua?.

La región fronteriza que México y los Estados unidos comparten es una de las áreas más estresadas desde el punto de vista ambiental que hay en el mundo, lo cual plantea muchos problemas tanto para los dos países como para la gente que habita la región. El suministro de agua potable es escaso en la medida en que un número cada vez mayor de usuarios domésticos, agricultores e industriales compiten por recursos de aguas superficiales y aguas subterráneas limitados y con frecuencia contaminados. Este artículo analiza cómo en los últimos veinte años, las economías de ambos lados de la frontera han crecido aceleradamente a partir del fomento a un patrón industrial, lo que ha dado pie a infinidad de olas migratorias, sobre todo del centro de México, provocando una alta tasa de población. Ante esta situación hay una grave presión sobre los recursos naturales de la región, crecimiento que no ha tomado en cuenta las diferencias regionales y ambientales y las limitaciones naturales de una región semiárida.

La guerra por el agua siempre ha sido un factor determinante en la economía de las naciones, sobre todo cuando esta se reparte entre uno o más territorios.
Precisamente para evitar conflictos, a nivel internacional se han suscrito diversos acuerdos con el propósito de crear instrumentos jurídicos que regulen las relaciones entre aquellos países que comparten territorialmente los cuerpos de agua. Uno de ellos es el Tratado de Aguas firmado hace 57 años entre Estados Unidos y México, que estipula la administración conjunta de los ríos Bravo y Colorado.

TRATADO DE AGUAS, LA DEUDA HISTÓRICA.

Para asegurar la aplicación del Tratado de Aguas de 1944, México y su vecino del norte crearon la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), organismo binacional encargado de establecer las bases de cooperación para la construcción de obras hidráulicas, operación de presas, saneamiento, desarrollo de procedimientos de hidromedición, contabilidad y distribución del agua de los ríos mencionados.

De acuerdo al documento, a México le corresponde la totalidad de las aguas que lleguen al Bravo procedentes de los ríos San Juan y Álamo; la mitad de sus escurrimientos debajo de la presa inferior internacional Falcón; la mitad de las aportaciones de los afluentes no aforados debajo de la presa superior internacional Fort Quitman; y las dos terceras partes de los escurrimientos de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo Las Vacas.

Y es que el tratado señala en su artículo cuarto que México se compromete a asignar a los estadunidenses la tercera parte de estos ríos, especificando que dicho volumen "no será menor en conjunto, promedio y en ciclos de cinco años consecutivos, de 432 millones de metros cúbicos (Mm3) anuales". Asimismo, indica que cuando no pueda cumplir con esta entrega, los faltantes podrán reponerse en el ciclo siguiente con agua procedente de la misma zona.

De otro lado, Estados Unidos debe pagar a nuestro país un volumen garantizado de mil 850 Mm3 anuales de las aguas del río Colorado, pero en caso de haber excedentes la cifra máxima por entrega será de 2 mil 97 Mm3.

EN EL 2001.
En opinión de Cristóbal Jaime Jáquez, en 2001 el entonces director de la Comisión Nacional del Agua, a raíz de la firma del tratado México ha tenido ventajas importantes, como la construcción de obras e infraestructura, presas y canales que le permiten priorizar el uso de las aguas internacionales municipales y agrícolas, generar energía eléctrica y solucionar problemas particulares a través del CILA. Sin embargo, subrayó, a pesar de que existe un beneficio mutuo por la administración de estos ríos, las comunidades ubicadas a lo largo del Bravo hoy en día sufren serios problemas económicos, políticos y ambientales que han impedido a nuestro país cumplir con las disposiciones pactadas. No así Estados Unidos, que ya otorgó lo acordado del río Colorado.

Los estados del norte de la República Mexicana enfrentaron severos problemas de escasez de agua, y ello no sólo se debe a la sobreexplotación y el uso irracional del recurso, sino también a una fuerte sequía que ha azotado los campos y ciudades desde hace ocho años. Por este motivo, México ha acumulado una deuda con Estados Unidos por mil 734 Mm3 de agua del río Bravo, correspondiente a los ciclos 25 y 26 (1992-1997 y 1998-2002).


En el 25, México dejó de entregar a los estadunidenses mil 263 Mm3 y en lo que va del 26, el actual ciclo, ha dejado de pagarles 471 Mm3, explicó Cristóbal Jaime Jáquez, quien aseguró que debido a los problemas derivados de la cuenca, es la primera vez que el país se ve impedido a cumplir con las condiciones acordadas. Ahora, la pregunta es si México podrá cubrir a Estados Unidos ese déficit sin desabastecer del líquido a las comunidades del norte, dadas las condiciones de extrema sequía que impera en la región. Al respecto, el director de la CNA apuntó que aunque la motivación principal del gobierno mexicano es cumplir con el Tratado de Aguas, también debe proteger el abasto de las poblaciones fronterizas.

EN EL 2002.
La tensión creció en la frontera de Estados Unidos y México por el uso del agua, un hecho que apuntala las advertencias de expertos sobre el papel de los ríos en futuros conflictos mundiales.

El gobierno de Estados Unidos y el del meridional estado de Texas, fronterizo con México, reclaman a México, amparados en el tratado de 1944 que rige el uso compartido del río Bravo, el pago de una deuda de unos 2.000 millones de metros cúbicos de agua. México respondió que no puede pagar, por las sequías que sufre, pero también admitió que más de 70 por ciento del agua disponible en su frontera con Estados Unidos se pierde en forma de fugas y evaporación y en ineficientes sistemas de riego. El río Bravo marca 61 por ciento de la frontera de 3.200 kilómetros entre los dos países.

En la disputa, Texas amenazó con iniciar acciones legales contra México, mientras el gobierno de Vicente Fox prometió que cumplirá con los compromisos internacionales, pero sin sacrificar a sus compatriotas.

Diputados de oposición en México anunciaron que estában dispuestos a comparecer ante la Corte Internacional Justicia, radicada en La Haya, para defender a los consumidores de este país.

El agua podría ser el móvil de las guerras del siglo XXI, señalaron en numerosas ocasiones expertos y funcionarios de la Organización de Naciones Unidas. Aunque no todos comparten esa afirmación, pocos dudan de que el agua es una fuente de crecientes conflictos. Se avecina una crisis mundial por el agua, advirtió en marzo Koichiro Matsuura, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Si la gestión del agua no mejora, dos tercios de la humanidad padecerán escasez grave o moderada en 2025, agregó Matsuura.

MARZO DE 2005

Los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron un acuerdo para dar solución al problema del adeudo de agua. Este fue el compromiso más sustancioso alcanzado en la reunión bilateral entre la secretaria de Estado del gobierno de George W. Bush, Condoleezza Rice, y el titular de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, después de complicadas negociaciones en la materia.

A partir de este convenio, logrado en Tlatelolco, México quedará al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales del presente año, periodo durante el cual tendrá que haber pagado 884 millones de metros cúbicos del líquido que se debe a Estados Unidos.

También se acordó continuar con los proyectos de conservación del líquido que se han iniciado en cada nación, consolidando el uso eficiente y el manejo integral del agua en la cuenca del río Bravo, y un calendario de acreditaciones para el periodo marzo-septiembre, que aprovecha volúmenes de otra manera no utilizables por México y las fuentes contempladas en el propio tratado.

OCTUBRE DE 2005

Queda sin efecto la demanda que en agosto de 2004 agricultores y representantes de distritos de riego del sur de Texas interpusieron para exigir a México el pago de 500 millones de dólares por daños económicos a raíz de la deuda de agua que se tenía con Estados Unidos.

La Secretaría de Economía (SE) informó que un tribunal internacional, establecido conforme al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), falló por unanimidad a favor de México en el caso Bayview Irrigation District contra el gobierno de México.
MARZO DE 2009

Cuando las presas internacionales “Amistad y Falcón” llegan a su nivel máximo de operación se borra cualquier adeudo de agua que se tenga con el vecino país, por lo que México en estos momentos no le adeuda agua a los Estados Unidos aseguró el director de Programas Federalizados de la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez.
“Y en virtud de que esto ocurrió en septiembre del 2008, este territorio mexicano no tiene nada pendiente con los EE.UU”, dijo.
Recordó que el Tratado Internacional de Límites y Aguas, firmado entre ambas naciones en 1944, especifica que en caso de sequía la entrega del agua se hará en periodos quinquenales.
Sin embargo a partir del ciclo 2008-2009 arranco él quinquenio para entregar a los Estados Unidos de 2 mil 158 mm metros cúbicos de agua en un periodo de cinco años.
Lo anterior equivale que México entregará un promedio de 431.7 mm3 de agua anuales, medida que se hará en el tiempo referido.
El funcionario explicó que en lo que resta del sexenio se contará con el suficiente líquido para abastecer todos los sectores de agua de la zona norte de Tamaulipas, incluido el gran distrito de riego 025 Bajo Río Bravo.

Añadió que tratado de aguas de 1944 establece que la tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del Río Bravo proveniente de los Ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y del Arroyo de las Vacas, se asigna a Estados Unidos, sin embargo en una cantidad que no debe ser menor de 431 mil 721 millones de metros cúbicos en promedio anual, contabilizados en ciclos de 5 años.

Si el volumen asignado a los Estados Unidos, no puede cubrirse en un ciclo de cinco años, los faltantes se repondrán en el ciclo siguiente con agua procedente de los mismos tributarios.

Siempre que la capacidad útil asignada a los Estados Unidos en las presas internacionales se llene con aguas pertenecientes al vecino país, se considerará terminado un ciclo de cinco años y todos los débitos totalmente pagados.
INFO:

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta informacion es muy importante :)
felicidades por tu blog